lunes, 17 de septiembre de 2012

Madrid está de fiesta: dimite Esperanza Aguirre

Figar llora amargamente la marcha de su lideresa. Lo que hay que ver...


Hoy es un gran día. Se fue la bicha. Un personaje nefasto de la política decide marcharse. Una bocanada de esperanza llena la capital, mientras la des-Esperanza se va.

No sabemos por qué. Pero saldrá, seguro que saldrá. Una persona como la lideresa, megalómana, soberbia, prepotente, chula y metepatas, que ha demostrado tanto amor al poder, tanto, no se va porque sí. Hay razones, que seguro que conoceremos, que saldrán. Y no serán rosas precisamente.

Le ha llegado su hora, algo le ha hecho dimitir, a su pesar. Sólo sus íntimos, su círculo político cercano y en la calle Génova deben saberlo. Pero seguro que saldrá, hay gato encerrado.

Y huele mal. Conociéndola como la conocemos, sufriendo sus constantes desvergüenzas y chulerías, su decisión no puede ser voluntaria. Y lo veremos. ¿Por qué se presentó a las elecciones de hace 16 meses? ¿Este amor a la dedicación familiar le ha venido de repente? Se ha enfrentado con su gente de Génova constantemente. Lo último, con el posible cambio de leyes de Eurovegas o con el caso Bolinaga. No, seguro que hay algo.

No sé si la Gürtel, o Eurovegas, o quizá Bankia o alguna otra trama. Esperemos que algún medio de comunicación o alguna imputación próxima nos desvele las razones, porque Esperanza no es una mujer que dimita porque sí, dimite para huir de algo que seguro que empieza a oler.



Hoy ha llegado el momento de mirar adelante y de ver si se puede salvar algo de Madrid. Un Madrid que en los últimos años ha quedado desfigurado, destrozado y casi en su totalidad privatizado.

Para salvar Madrid es necesario que el PP se vaya y comience una nueva época.Tienen que convocar nuevas elecciones. Porque ya está bien de fraudes a los madrileños. Primero, en la capital nos colocan a la mujer del “Abdominales”, cuya única virtud es ser mujer de…, y ahora nos quieren colocar a Ignacio González, el del pisito de Marbella.

El PP ganó las elecciones en Madrid, con malas artes en 2004, gracias al Tamayazo. Y desde entonces, en dos ocasiones más, con la Condesa consorte como cabeza de lista. Y es a ella a la que votaron muchos madrileños. Su ausencia no se puede arreglar con un apaño sucesorio, sino con unas nuevas elecciones.

Madrid está de fiesta; profesores, funcionarios, sanitarios, bomberos, dependientes y todos los servicios públicos están de fiesta. Ahora hay que pensar en que el PP no puede seguir hundiendo por más tiempo a la Comunidad. Tenemos que desalojarles en las urnas. No hay otra alternativa, aquí las sucesiones, aunque sean legales, son ilegítimas. No se puede votar a una persona y que, “por razones personales”, abandone, al poco tiempo, para dejar a su sucesor como cabeza. Sería otro fraude más.

Tenemos que clamar hasta la saciedad que en Madrid tiene que haber elecciones generales.

Ya era hora de que algún político del PP nos diera una alegría. 


“Enemigo que huyes, vete a hacer puñetas”

Rafael Almazán
Publicado en KABILA





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