lunes, 10 de septiembre de 2012

Un tupper contra Aguirre

Madre indiganda por los recortes en educación protesta tartera en mano ante la llegada de Aguirre al colegio de sus hijos
 La presidenta regional ha abierto el curso en San Agustín de Guadalix, donde le han exigido "menos 'tupper' y más maestros". Una madre le ha lanzado una tartera vacía, que no ha llegado a alcanzarle. 

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, ha abierto esta mañana con sobresaltos el curso escolar en el colegio público Virgen de Navalazarza de San Agustín del Guadalix. A su salida del centro, la esperaban apenas una docena de personas —sindicalistas, interinos en paro y padres—, que la han abucheado y le han exigido "menos profesores ingleses y más españoles" y "menostupper y más maestros". Cuando ya se iba, una madre en paro, muy indignada y al borde de las lágrimas, le ha lanzado desde lejos una tartera vacía, que no ha llegado a alcanzar a la presidenta y ha caído a varios metros de ella, informa Manuel Ibáñez.

El tupper se ha convertido en muchas autonomías, como Madrid, la Comunidad Valenciana o Cataluña, en el símbolo de los recortes en la educación. El Gobierno de Aguirre anunció en julio que permitirá a los padres mandar a sus hijos al colegio con una tartera y dejó la decisión final en manos de los consejos escolares, que deberán ahora fijar los precios de comedor para los estudiantes que no recurran al menú pero sí que usen las instalaciones. La patronal de la restauración en colegios, FEADRS (Federación Española de Asociaciones Dedicadas a la Restauración Social), calcula que el 52% del precio del menú —que en Madrid asciende a 4,8 euros tras subir un 3,5% este curso— se destina a contratar monitores, nutricionistas y equipos de limpieza, según estimaciones recogidas por Efe. La otra mitad corresponde a los ingredientes y a la elaboración de las comidas en los centros.
Recortes en las becas de comedor

La Comunidad de Madrid baraja poner a los profesores a vigilar las horas de recreo de comedor (excluido el tiempo estricto del almuerzo) para ahorrar ese coste a los padres, según indicó a finales de agosto la propia Aguirre. Los sindicatos rechazan la propuesta, pues aseguran que se emplearían las horas complementarias de los docentes (cinco semanales), que tendrían que restarse a labores como entrevistas con los padres, asistencias a reuniones o perfeccionamiento e investigación. Al mismo tiempo, las ayudas al comedor, que en la mayoría de los centros se ofrecen a partir de octubre, se han reducido de 29,3 a “entre 16 y 18 millones”, según estima Educación.
Esperanza Aguirre se hace la sorda ante las protestas de la comunidad educativa

Al margen de la fiambrera, el curso empieza con un 2,1% de alumnos más (1.138.390 estudiantes en total) y unos 2.000 profesores menos, según los sindicatos. La Consejería de Educación no comparte esa cifra y asegura que hay especialidades, como inglés, en la que tendrá que contratar interinos “que han suspendido la oposición”. Además, la Comunidad de Madrid ha eliminado las becas de libros de texto que el curso pasado recibieron 310.000 familias, y las ha sustituido por un sistema de préstamos. La partida de libros y comedor sufrió un recorte de 28 de los 59,3 millones de euros con los que contaba hasta julio, cuando se aprobó un tijeretazo de 1.045 millones en el presupuesto regional. Las ayudas al comedor, que en la mayoría de los centros se ofrecen a partir de octubre, se reduce de 29,3 a “entre 16 y 18 millones”, según estima Educación.
La visita de Aguirre

En medio de este clima de creciente indignación por los recortes y por la improvisación de medidas como la del tupper, Aguirre se ha encontrado a su llegada a Guadalix, sobre las diez y media de la mañana, con un pequeño grupo de personas, apenas seis o siete, que le han reclamado "menos profesores ingleses y más españoles", en referencia a una de las polémicas de inicio de curso en la región, el fichaje a dedo de profesores nativos. Acompañada de la consejera de Educación y Empleo, Lucía Figar, Aguirre ha recorrido el centro sonriente y hablando en todo momento en inglés a los niños —los dos colegios y el instituto públicos de Guadalix son bilingües—. En algunas aulas, los profesores estaban dando clase con la camiseta verde, símbolo del curso 2011-2012, que vivió el nacimiento del movimiento de protesta de la marea verde y 11 huelgas del profesorado. En esas clases no ha entrado Aguirre.

"A partir del próximo curso, todos los nuevos colegios que se construyan, que abran, van a nacer ya como colegios bilingües", ha anunciado la presidenta en su discurso, para precisar que lo serán sin necesidad de votación por parte del claustro de profesores. "No necesitaremos el 80% del claustro", ha puntualizado en este sentido, para añadir que de este modo podrán "contratar directamente a profesores que hablen inglés". La presidenta ha manifestado también que "Madrid es la primera comunidad autónoma de España que da un paso tan importante". "Estoy convencida de que otras nos seguirán, porque todos sabemos que el futuro pasa ineludiblemente por dominar el inglés", ha añadido. El Ejecutivo madrileño implantó el programa de bilingüismo en el curso 2004-2005. Este ya alcanza a 379 centros públicos (298 colegios y 81 institutos).

A las puertas del centro, el grupo de manifestantes ha aumentado a la docena —10 de ellos con la camiseta verde— y ha coreado los lemas contra el tuppery los nativos así como "dimisión dimisión" y "presidenta, escúchanos". Frente a ellos, un grupo de otros tantos partidarios de Aguirre, entre ellos varias abuelas, la han aplaudido y han gritado "presidenta, presidenta" a Aguirre y "ya está bien" a los opositores". En pleno rifirrafe, la presidenta ha salido del centro y se ha dirigido a pie hacia su coche. Cuando todavía no había alcanzado el vehículo, la mujer, muy nerviosa y exaltada, le ha lanzado una tartera sin nada dentro. La fiambrera ha caído a unos metros de la presidenta. La mujer, en paro, ha asegurado que le ha tirado el tupper a Aguirre "para ver si lo cogía". "Pretenden que paguemos los libros. Nos han quitado la beca de comedor, nos exigen uniforme, qué pretenden?", ha señalado a los medios.
Segunda 'marea verde'

Casi a la misma hora, los sindicatos oficializaban el regreso de la marea verde. En rueda de prensa, CC OO, ANPE, CSI-F, FETE-UGT, STEM han convocado para finales de este mes una manifestación que esperan masiva, la primera protesta de la marea verde de este curso. La marcha aún no tiene fecha concreta porque tienen que cerrarla con las universidades pero se barajan los días 26 o 27 de septiembre. CC OO ha anunciado que va a recurrir varias órdenes: la de comedor, que introduce el tupper en los colegios, la contratación de profesores 28 nativos sin pasar por las oposiciones, que consideran una "flagrante ilegalidad", así como las ayudas a los 11 colegios concertados que segregan por sexos. Los servicios jurídicos del resto de sindicatos también están estudiando recurrir.

Por parte de CC OO, Francisco García ha opinado que poner a los profesores a vigilar a los alumnos durante las horas de comedor es "ignorar el contenido educativo" del trabajo de los docentes, y supondrá además "quitar las horas que garantizan el mantenimiento de los centros". Francisco Melcón (ANPE) ha indicado que han pedido que se convoque la mesa sectorial, en la que se sientan las centrales y Educación, para "trasladar la preocupación del sector". "Echamos en falta una declaración en defensa de la educación pública" por parte del Gobierno regional, ha señalado Melcón. Antonio Martínez (CSI-F) ha criticado que, con estos recortes, la educación "sufre un retroceso de 30 años".

Eduardo Sabina (UGT) ha dicho que el bachillerato de excelencia ha quedado "para unos pocos" y ha censurado la "improvisación" del Gobierno regional por publicar en septiembre las órdenes de cara al nuevo curso. Alberto Carillo (STEM) ha augurado un futuro negro de la educación y, sobre la contratación de nativos, ha señalado que espera que los "padres y madres que tengan hijos con problemas serios, como acoso escolar, tengan un inglés fluido o se quedarán sin conocer el problema".

Publicado en EL PAÍS

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