viernes, 21 de junio de 2013

Un año más, un alumno de un instituto público obtiene la mejor nota en selectividad en Madrid.

Enhorabuena a Anatolio y a toda la comunidad educativa del IES Juan de la Cierva

Un 9,95 le ha valido a Anatolio Alonso Crespo, alumno del instituto público Juan de la Cierva de la capital, para alzarse con el título de mejor nota media entre sus calificaciones del bachillerato y de la selectividad en la Comunidad de Madrid. Muy alejado de la imagen de empollón — pendiente en la oreja y cara de pillo—, y muy comprometido con la escuela pública, Anatolio va para médico, aunque no descarta otras posibilidades. “No me importaría ser político”, confiesa. Ese futuro, al menos, es el que querrían sus padres, aunque él tampoco dude en criticar a la clase gobernante: “La selección de los que llegan en política se hace a la inversa. Falta meritocracia”.

Anatolio, aplaudido por compañeros y profesores, forma parte activa de la Asamblea Interinstitutos y de la Marea Verde


Su madre, Laura Crespo, ingeniero agrónomo e investigadora, vigila desde la distancia y con orgullo cómo su hijo despacha con soltura a los medios. “Así es como mejor se lucha por la escuela pública. Él mismo decía que estudiaba tanto por eso”, señala. No es de extrañar que Anatolio haya heredado este compromiso forjado en el ámbito familiar.



El joven de 18 años ha acudido a su instituto a las doce de la mañana con la camiseta verde de Escuela pública de tod@s para tod@s y ha reivindicado una enseñanza para todos y de calidad. "La escuela pública es donde me he criado y donde me he formado. Aquí se ven personas que puede que no sean tan brillantes como en el bachillerato de excelencia, pero así es la sociedad", indica. “Mi círculo de amigos tiene el mismo compromiso que yo, aunque puede que no sea mayoritario en gente de nuestra edad. Todo el mundo debería ir a las manifestaciones", añade.



Anatolio ha celebrado su calificación con sus compañeros del IES Juan de la Cierva

Lejos de que estas inquietudes académicas le alejen de otras actividades propias de la edad, Anatolio hace deporte todos los días —ahora atletismo, antes baloncesto— y afirma que no ha dejado de salir ningún fin de semana. “Las últimas dos semanas de selectividad sí que he apretado más y me he quedado en casa. Yo sabía que me había salido bien, pero creo que la suerte también tiene algo que ver”, admite. Su nota más alta ha sido, evidentemente, un 10 en filosofía, inglés, matemáticas y física; y la más baja un 9,5 en lengua.“Es un alumno sensacional. Buen compañero, trabajador y muy interesado en la ciencia. Le gusta ampliar temas”, opina Amalia Pastor, su profesora de biología en tercero de la ESO y segundo de Bachillerato. Incluso con el curso académico ya terminado, Pastor asegura que Anatolio ya le ha pedido que le oriente sobre conferencias de biologías que se celebren en Madrid en verano.

Marisa Aguirre, jefa del departamento de lengua del Juan de la Cierva y una de las profesoras y tutoras de Anatolio en cursos pasados, cuenta que es un alumno "excelente", informa Victoria Torres Benayas. Y destaca, por si queda alguna duda, que "se caracteriza por su interés por saber y conciencia social muy desarrollada". Aguirre expresa en nombre de todos los profesores la satisfacción por la nota de Anatolio y porque "han aprobado el 100% de los alumnos y con unas notas altísimas". "Anatolio fue seleccionado para el programa de Bachillerato de Excelencia, pero lo rechazó porque quería seguir con sus compañeros y profesores", declara Aguirre, que hace hincapié en que es un "instituto público no bilingüe". El Juan de la Cierva, situado en Arganzuela, fue uno de los más activos de la marea verde, la protesta de los profesores madrileños contra los recortes.

"La nota media lograda por los estudiantes de nuestro instituto es paralela a la de los bachilleratos de excelencia sin contar con sus medios", subraya la jefa del departamento de lengua. Sin embargo, un portavoz de la Consejería de Educación señala que el dato no es exacto. Este instituto tiene una media del 7,14 frente al 8,06 del San Mateo, el centro que alberga el bachillerato de excelencia.

Desde el centro, la jefa del departamento de lengua replica que en el caso de los bachilleres de excelencia, los alumnos entran con una nota mínima de ocho mientras que en el resto de centros "los chicos entran a partir del cinco y con hasta dos asignaturas suspensas, siempre que no sean lengua y matemáticas". "Apenas son 82 centésimas de diferencia teniendo en cuenta los medios que tienen ellos y los recortes que hemos sufrido nosotros", añade Marisa Aguirre.



Publicado en EL PAÍS


Anatolio Alonso, alumno del IES Juan de la Cierva, mejor nota en selectividad 2013 y activista de la Marea Verde, atendió a los medios vistiendo la camiseta verde en defensa de la Escuela Pública 

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